Encontramos en Bruselas uno de los museos más curiosos que podamos visitar. Se trata del Museo del cacao y del chocolate.
Quienes han probado el chocolate belga aseguran que es uno de los más ricos del mundo y que su secreto deriva del elevado porcentaje de cacao puro en su preparación, lo que ha convertido a Bélgica en uno de los primeros exportadores del mundo. El Museo del Chocolate y del Cacao de Bruselas, que cada año recibe más de 36 mil visitantes, se pueden degustar más de 200 variedades de chocolates. Cada año en Bélgica se producen 172.000 toneladas de pralines, que se venden en unas 2.130 tiendas.
Hay más de mil variedades de chocolate en este país. Además los belgas fueron los creadores del Praliné, una mezcla de este producto con avellanas y caramelo. Aunque el relleno suave, puede ser de los sabores más dispares: pistacho, licor, mazapán, azafrán, jengibre..., la lista sería interminable.
Se cree que el chocolate, originario del continente americano, fue traído a Europa en el siglo XVI por el español Hernán Cortés, quien lo probó por primera vez en Tenochtitlán, la capital del imperio Azteca.
Este centro está situado en la Rue de la Tête d’Or y muy cerca de la estatua del Manneken Pis.
Página oficial del Museo del cacao y del chocolate
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